lunes, 20 de junio de 2016

BATALLA DEL PICHINCHA Y MUERTE DE ABDON CALDERON

Batalla de Pichincha fue el escenario del acontecimiento que lo haría una leyenda, su propia muerte. Sus hechos en aquel memorable 24 de mayo de 1822 han sido narrados innumerables veces con toda suerte de adjetivos grandilocuentes, creando un mito a veces risible que antiguamente se enseñaba en las escuelas primarias ecuatorianas sobre un personaje con capacidades casi sobrehumanas, totalmente desmembrado por cañonazos, que sostenía incansablemente la bandera Independentista casi con los dientes hasta finalmente morir en batalla. Esta narración proviene de la estampa escrita a principios del siglo XX por Manuel J. Calle, quien en su obra "Leyendas del Tiempo Heroico", valiéndose de una serie de hipérboles, quiso destacar el heroísmo del joven cuencano en medio de la Batalla. A pesar de ser solo una hipérbole, la narración de Calle fue tomada como un hecho histórico por varias generaciones de ecuatorianos.
La historia real es que Abdón Calderón, a pesar de haber recibido cuatro heridas de balas, prefirió permanecer inamovible en la línea de fuego, alentando a todo su batallón y cargando incansablemente la que es ahora la bandera de Quito. Al terminar el feroz combate fue trasladado a la ciudad de Quito, donde murió al cabo de catorce días el 7 de junio de 1822.Antonio José de Sucre en su escueto parte de la Batalla de Pichincha, fechado el 28 de mayo del aquel año: "  hago una particular memoria de la conducta del Teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico"
Cuando Simón Bolívar llegó a la ciudad de Quito y se enteró de estos hechos, ascendió póstumamente a Calderón al grado de capitán y decretó que su sueldo fuera entregado a su madre. La compañía del Batallón Yaguachi a la que perteneció Calderón no tendría capitán y en las revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en Pichincha, pero vive en nuestros corazones".
En los cuerpos de caballería del Ejército ecuatoriano, siempre es recordado en los cambios de guardia semanales con el grito del oficial: "Capitán Abdón Calderón...".

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